Queda a claridad que los jóvenes y adolescentes a diario mandan mensajes de texto, tuits, videos, tiktoks y publican fotos de forma constante. De hecho, la mitad de los adolescentes usan las redes sociales todos los días, y para algunos esto significa revisarlas hasta cientos de veces al día. Aunque muchos de ellos sienten que conectar con amigos por estos medios es una experiencia positiva, las redes sociales pueden afectar la salud mental de los niños, sobre todo de las adolescentes. Lo complicado es identificar cuándo una relación saludable con las redes sociales pasa a tener efectos negativos. Para saber esto, trata de entender cómo tu hijo usa las diferentes plataformas, ayúdalo a reconocer sus propios límites y apóyalo para que consiga un equilibrio entra la socialización las redes y en persona.
El FOMO es identificado como el miedo o preocupación por no ser parte de una actividad. Es una señal común de estrés causado por las redes sociales y es difícil saber qué es parte de la angustia típica de la adolescencia y qué es una causa real de preocupación. Muchos padres han observado que sus hijos eran extrovertidos ahora pasan más tiempo solos usando las redes sociales, pero aún no hay estudios que señalen causalidad entre el uso las redes sociales y problemas de salud mental en los adolescentes. Sin embargo, la correlación entre estos es suficiente para que los padres se preocupen, sobre todo los que ya están en riesgo por otras razones.
El simple hecho de saber lo que los adolescentes están haciendo, el tipo de experiencias que están teniendo y cómo se sienten sobre sus interacciones, puede ser un gran paso para proteger a tu hijo. Si ves que tiene problemas, por ejemplo que está estresado después de usar su teléfono o que se está quedando despierto hasta tarde enviando mensajes de texto, es mejor actuar. Esto es lo que puedes hacer:
Activa tu escucha consciente Puede ser fácil descartar el estrés por las redes sociales, pero para muchos adolescentes y jóvenes las redes sociales son su vida social. Mientras más interés demuestres, más abiertos serán.
No juzgues, aprende a no generar suposiciones Snapchat puede parecer una aplicación un poco tonta, pero para los jóvenes conectarse con sus amigos es una parte normal de su desarrollo. Lo que para ti pudo haber significado pasar horas hablando por teléfono, para ellos significa horas mandando videos. Acepta que esto es importante para ellos.
Anima a tus hijos a enfocarse en sus vidas fuera lejos del internet. El FOMO puede dañar seriamente la autoestima de tus hijos, pero la mejor defensa es la seguridad de que cada adolescente es único y de gran valor. Ayuda a tus hijos a participar en algún deporte, club, grupo de teatro o hacer algún tipo de trabajo como voluntario. Incluso hobbies que hacen uso de internet pueden ayudar a tranquilizarlos.
Establece límites sanos. Escucharlos y validar su punto de vista es importante, pero también hay que poner límites básicos sobre cuándo y dónde se pueden usar los celulares y computadoras. Comienza con apagar los celulares y tabletas una hora antes de dormir y guárdalos en un lugar fuera del alcance de los adolescentes (como tu habitación, si tienes una separada de la de ellos o en un lugar secreto) para evitar la tentación de quedarse despiertos hasta tarde mandando mensajes. Puedes sugerir que le digan a sus amigos que se desconectarán a cierta hora para que no se queden esperando una respuesta.
Ayúdalos a cambiar el enfoque. Si tus hijos se sienten abrumados por tener que mantenerse al día con todas sus redes sociales y amigos en línea, anímalos a enfocarse en hacer algo. Tal vez pueden crear sus propios memes, hacer coreografías o diseñar videojuegos. Incentivar a los niños a usar el lado creativo de las redes sociales puede generar una sensación de logro.
Usa los ajustes de las redes sociales a tu favor. Todas las apps tienen ajustes o configuraciones que permiten tener un perfil más bajo. Los adolescentes pueden cambiar su estado para que sus amigos no vean que están conectados, silenciar personas durante cierto tiempo y usar el modo fantasma (Ghost Mode en Snapchat) para que sus amigos no los puedan encontrar. Algunas apps también tienen funciones que limitan el tiempo de uso o recuerdan tomar descansos. Usar estos ajustes les permite tomar control del uso de las redes, lo que puede ayudar a bajar la ansiedad.
Haz preguntas abiertas a tus hijos, mantén la comunicación. No necesitas resolver los problemas de tus hijos, pero puedes ayudarlos a pensar qué es lo que les está causando estrés. Aquí hay algunas ideas de preguntas:
- ¿Hay algunos hábitos que te gustaría cambiar? (por ejemplo, no revisar tu teléfono antes de ir a dormir)
- ¿Qué pasaría si apagaras tu teléfono por una hora? ¿por un día?
- ¿Has pensado en recompensarte si no revisas tu teléfono o tus redes sociales por cierto tiempo?
- ¿Cuáles son las cosas positivas y negativas de usar redes sociales como Instagram o Facebook?
- ¿Qué pasaría si dejas de seguir a alguien que te hace sentir mal en las redes sociales?
- ¿Has notado que reaccionas mejor o peor a las publicaciones o mensajes dependiendo de cómo te sientes ese día?
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